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Mostrando entradas de octubre, 2008

Papelucho

Si resulta, podré hacerle una entrevista a la familia de Ester Huneeus (Marcela Paz)... Amo a Papelucho... Aqúí algunos extractos de algunos de sus libros: “Hoy se cortó el agua y nadie se lavó. A Javier le sigue doliendo el estómago y yo le preparé uvas con zarzamoras y se mejoró. Voy a escribirle a mi papá para que me compré una escopeta para cazar patos y también patos para aprovechar la escopeta”… “En la noche había visitas a comer y se me cayó el diente suelto y tuve que tragármelo para que lo notarán”… “Con hambre y todo me senté debajo de un árbol a pensar y cargar las pilas de mi cerebro; lo sentía como desparramado y tembleque, igual que la Tele cuando se descompone…” “Pero mientras mi mamá hablaba, se había descolgado una araña del techo y trabajaba derechito por su propio hilo pataleando sulfurosa. No sé por qué yo la dirigí telescópicamente a la cabeza de la tía Lala, que era una verdadera de torta de pelos brillantes”… “Vinieron los jueces y la policía a ver al caball

Por qué te marchas abuelo

Hoy, hace un rato, estaba escuchando esta canción, y de repente me di cuenta de que yo me hice y aún me hago esa misma pregunta... ¿por qué te marchas abuela? o ¿por qué te marchaste abuela? ¿Por qué te fuiste, dejándonos sólos, sin tus caricias, sin tus risas, sin tus dulces palabras? ¿Por qué no me dejaron acompañarte a tu último descanso? ¿Por qué fuiste tú y no otros? ¿Por qué no alcancé a darte mi último beso? ¿Por qué no pude verte antes de que te fueras?... son tantas las preguntas, tantas las lágrimas que aún hoy derramo pensando en ti, ¿en el cómo te sintirías hoy?, ¿en el cómo serías hoy?, ¿en que sentirías al ver a toda tu familia, a tus nietos, a tus bisnietos, al hijo que no conociste?... que ganas de tenerte a mi lado, disfrutando de ti como muchos otros hacen con sus abuelos, que ganas de besarte, de regalonearte, de amarte, te tratarte con el mismo amor que tú me trataste... que ganas de decirte: abuela, me voy contigo a donde sea que tú vayas, yo me llevo tu maleta, pe
Me sorprenden tantas cosas... Veo y leo sentimientos y emociones desconocidas... que no sabía que existían en algunas personas Las personas son seres tan difíciles de conocer, uno cree conocer a la gente y de un momento a otro sienten que pueden tener derecho sobre uno, exigir, maldecir, odiar, desear mal... No sé si sentir pena, rabia, lástima... no sé si reirme de sus pseudoderechos....
Muchas veces me he preguntado por qué Papelucho y Harry Potter son mis libros favoritos. ¿Por qué estos libros y no otros? Es cierto que también me gustan mucho los de Jane Austen, pero si se trata de abstrarme de la realidad, de relajarme y olvidar mi alrededor son estos los elegidos. Puedo leer una y otra vez a Papelucho y me seguiré riendo de las cosas que hace este pequeño niño. Seguiré disfrutando de su alma pura, tierna y sencilla, de sus ideas locas, de las ideas que sólo los/as niños/as pueden tener. Harry Potter logra que sueñe con que en algún momento, no importa la edad, llegará una lechuza diciendo que he quedado seleccionada para ir a su escuela. Sueño con usar una varita, sueño con hacer magia, sueño con volar en una escoba, sueño con jugar quidditch, sueño con conocer a Hagrid... sueño con dormir en mi cama adoselada en mi torre del 7º piso. Sueños... eso me lleva a amarlos tanto. A considerarlos parte de mí, a sentirlos parte de mi crecimiento. En mi infancia crecí con

Amo lo que extraño

Eso es. Así de simple. Amo lo que extraño, porque sencillamente no lo tengo, y porque en algún momento lo perdí irremediablemente. Sé que podría volver a tenerlo, pero no está en mí hacer uso de todo para mis fines. No creo en pasar a llevar a los demás por obtener lo que deseo. Asumo mis actos, aunque a veces las consecuencias sean algo molestas. Gracias por pasar, gracias por dejarme tu cariño. Lo extrañaba