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Mostrando entradas de enero, 2017
Me dueles. Puedo respirar y sonreír, pero me faltas... me falta escuchar tu voz y tus risas... quiero verte... quiero formar parte tu vida, aunque sólo sea como amiga... es desesperante y estúpido estar viendo si te conectaste o no, si te gustó algo o no... sé que te das cuenta que muchas de las cosas que escribo o me gustan son para ti... ¿tan estúpida soy? sí, lo sé... ¿me estoy arrastrando por ti?, a veces creo que si, a veces que no... ¿cómo saberlo? ni idea... sólo sé que en algún momento ya no serás importante y yo seré nuevamente feliz y estaré completa 
Ayer ocurrió algo que hace mucho tiempo deseaba. Escuché de tu voz que te gustaría haberlo intentado conmigo, que me has extrañado, que quieres saber de mí, que te preocupo. No pude evitar sentir pena y rabia contigo, no porque no sienta nada aún, sino porque no quiero volver a sufrir por ti. Te lo dije, tú no estuviste ahí para verme, para apoyarme, para confortarme cuando lloraba, cuando me creía morir de pena y dolor, cuando tenía que fingir que todo estaba bien, cuando me quedaba dormida y llorando, pensando en ti, rezándole a Dios para entender todo, para pedirle orientación, paz, ayuda en todo. Quiero verte, mirarte a los ojos, y escuchar lo que tengas que decirme. Quiero ver si es efectivo todo lo que me dijiste, para ver si de verdad podemos tener algo juntos. Deseo que así sea, de verdad que sí, pero tengo miedo de equivocarme de nuevo y darme cuenta que, en realidad, fuiste un error en mi vida. No quiero sufrir de nuevo, no quiero verme en la mierda otra vez y no ser cap
Ayer me acordé tanto de ti. Fue inevitable no hacer las comparaciones odiosas, quizás el tenga más pinta, un mejor auto, se note mucho más culto, pero no existe ese feeling, esa conexión, ese no-sé-qué que hubo entre los dos desde el comienzo. No podía creer que estuviera bailando con una pareja y sentir que bailaba sola. Que todos se dieran cuenta de eso, que él bailaba por su lado, y yo por el mío.  No pude evitar acordarme de la primera vez que me subí a tu auto y me dejaste elegir la radio para que estuviera a gusto, cuando me decías que yo era la copiloto y que mi rol era ése, entretener y mantener despierto al conductor. Debió darme lata que subiera tanto el volumen de la radio, pero en realidad fue mejor, no quería hablar con él, intentando hacer ameno el viaje, cuando en realidad no podía dejar de pensar en ti y en nuestras salidas.  Puta que me duele el alma y el corazón darme cuenta el cuánto te he extrañado en estos días. ¿Por qué no he podido dejar de pensarte y extrañ
Después de la larga conversación que tuve con mi amiga ayer, creo que estoy cometiendo varios errores contigo. No puedo seguir esperándote ni haciéndome ilusiones de que volverás y me pedirás que lo intentemos. Racionalmente sé que no vas a volver como yo deseo, y en el caso hipotético de que lo hagas, no me hará bien. Debo cerrar esta etapa. Me duele de una manera horrible, pero debo hacerlo. El punto es que no sé cómo hacerlo, o sea, sí lo sé, pero no sé si soy capaz de sacarte de mi vida tan drásticamente, pero lo voy a intentar. No puedo seguir soñando contigo, ni literal ni metafóricamente con una vida que no va a llegar, porque no quieres dármela, y no estoy dispuesta a esperarla eternamente.
¿Cómo puedo expresar la alegría que sentí ayer cuando me llamaste? ¿Cómo no sentirme feliz al saber que te acordaste de mí para saludarme, para desearme feliz año? ¿Cómo no darle gracias a Dios, al Universo, a la vida, por ese maravilloso regalo? ¿Cómo no ser una agradecida de la vida, si a pesar de las penas que pasé, aún me da felicidades relacionadas contigo? No podía creer lo que veían mis ojos cuando vi tu número, cuando realmente eras tú... y lo mejor de todo, que pudiéramos hablar tal como lo hacíamos antes... por largos minutos y reírnos... sentir que, a pesar de todo, aún queda esa buena onda o esa amistad...  

canción

Hacía varias semanas que no soñaba contigo, ¿por qué apareciste de nuevo?, ¿y por qué lo hiciste precisamente con esa canción? No podía ser otra, tal vez menos dolorosa, menos significativa, menos clara. Cuando la escuché en mis sueños, de verdad que deseé tanto que fuera real, pero mi subconsciente, dentro de toda esa emoción, me hizo recordar que ya no era el sonido de mis llamadas y que, además, mi celular estaba apagado. La pena fue tal que pensé que lloraría en ese mismo momento. Me obligué a aguantarme las lágrimas, a levantarme para no pensarte más y a seguir sonriendo como lo he venido haciendo hace días.  No sé qué significa ese sueño, pero me gustaría tanto que fuera literal. Me gustaría tanto que me siguieras pensando, pero sé que no es así, o bien, me meto tanto en la cabeza esa idea para obligarme a olvidarte y seguir con mi vida.