Ahora, que ya han pasado algunos días, puedo decir que lo que más me duele no es tu rechazo, sino sentir y darme cuenta que olvidarme y olvidar todo fue tan fácil para ti. Después de todo lo que me dijiste, de esa supuesta confianza, de ese cariño que me tenías, fue todo falso. Todo lo que dijiste fueron mentiras. Fue tan fácil para ti bloquearme, fingir que no existí en tu vida o hacer que nunca estuve en ella. Eso es realmente lo que más me duele y lastima.
Es muy probable que yo sea la mayor responsable de todo, por creerte, por confiar en ti, pero no me arrepiento de haberte entregado mi amistad ni mi cariño. Actué de buena fe, como todo lo que hago en mi vida. Si tú no lo supiste apreciar, no es mi problema. Ya llegará el momento en que te des cuenta del error que cometiste, y sabes qué, no te guardo rencor. Si quieres ser mi amigo, no tendré reparos al respecto.
Te deseo lo mejor. Espero que cuando llegue el momento, puedas entregarte a la mujer que quieras y no la lastimes como lo hiciste conmigo.
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